Prince in Nice & Cannes
Este pasado domingo 25 de julio me acerqué a Niza con un par de frikis más de Prince (en este caso éramos Gisela, Noface319 y el Saiber del poblado de prince) a ver el último concierto de la mini gira que ha estado haciendo Prince en Europa pasando por Portugal, Bruselas, Berlín, Francia, Dinamarca, Austria. En este caso fue en Niza.
La aventura esta vez empezó el mismo domingo a las 5 de la mañana cuando Jaume me pasó a buscar con el coche. Luego fuimos a buscar a Gisela y salimos sobre las 6h de camino a Niza. Estuvimos conduciendo, haciendo las respectivas paradas, hasta el albergue donde nos alojamos llegando sobre las 13h.
El viaje se nos hizo ameno, cuando no hablábamos de Prince, hablábamos de algo también interesante y distraído, charlando como si fuéramos amigos de toda la vida llegando mucho más frescos de lo que pensábamos.
El albergue estaba a 20 minutos en coche del espacio donde se daba el concierto, el estadio Nikaia y hasta las 14h estuvimos ‘descansando’. Salimos hacia allí y llegamos sobre las 15h, ya había relativamente bastante cola. Al principio de ellas vimos a Openbook y Hello01 del Poblado que estaban haciendo cola desde las 8h de la mañana.
A eso de las 17:30h toda la peña que estaba por el suelo tumbada, reclinada o sentada en un estado de consumo mínimo, se puso nerviosita y se levantó toda la masa de gente a empezar con la particular penitencia: hay que sufrir dolores de articulaciones, rodillas, tobillos y pies en general para poder ver al enano.
Mientras tanto, Jaume había desaparecido un rato y, con amor y cariño, tengo que reconocer que se ganó la medalla a la capullada del día. Se fue al coche a buscar bebida y tardó dos horas. Sin su entrada ni su móvil, que se lo había dejado en la bolsa que yo custodié se acercaba la hora de apertura de puertas, habiéndose movido todos los estresaos de la cola ya de pié, el punto de referencia que pudiera tener Jaume al irse, lo había perdido. Pero llegó a tiempo. A tiempo de que no le chafara la cabeza de los nervios. Y también para entrar al estadio.
Abrieron puertas sobre las 18:30h y entramos en relativa calma hasta el acceso a la pista. Ahí si que hubo algún empujón y nervio, pero vamos, soportable.
Nos habían dicho que el concierto empezaría a las 21:30h en lugar de las 20:30h como ponía en la entrada y así fue. Cosa lógica ya que el escenario daba de cara a una magnífica puesta de sol. De haber empezado antes , hubiera habido luz solar directa al escenario y no se podría recrear esos climas tan característicos con las sombras, luces y humo.
Ahi va el setlist:
1. Purple Rain
2. Let's Go Crazy
3. Delirious with Frederic Yonnet
4. Let's Go Crazy reprise
5. 1999
6. Shhh
7. Cream
8. A Love Bizarre
9. Controversy
10. Angel (Shelby)
11. Nothing Compares 2 U
12. Take me With U
13. Guitar
Encore 1
14. Little Red Corvette
15. Kiss
Encore 2
16. Mountains
17. Shake Your Body (Down To The Ground) / Everyday People / I Wanna Take You HigherEncore 3
18. Forever In My Life
19. When Will We Be Paid
20. Dreamer
21. Dance Disco Heat
Lo cierto es que me pareció, siendo una elección algo ‘retro’ un concierto muy fresco y me pasaron las dos horas volando.
Antes de empezar subió al escenario un rubiales con un reloj fashion de estos que parece una muñequera de un Harrijasoketa. Parecía Flash Gordon con las melenas de tarzán, pero en rubio. Total, que coge el micro y, ni corto ni perezoso, dice: Hay un Aftershow oficial en el Club Palais en Cannes.
Superguay, vamos, aquello de que los afters son super exclusivos y que hay que esperar un soplo para enterarse se desmorona como un castillo de cartas en plena tramuntana. Hasta el último mono sabía que el enano iba a tocar en Cannes.
Durante la actuación, con un arranque atómico con un Purple Rain de notable, Prince lució sus mejores artes con sus solos de guitarra, bailes y juegos varios forzando al público a cantar, hacer palmas e incluso subió una docena de bellas damiselas a bailar.
Una de ellas subió con la determinación de acercarse a él. Prince tan solo hizo un gesto con ambos brazos estirados, haciendo un movimiento de vaivén, invitándola a pasar al fondo del escenario. Pero la chica creía que lo tenía claro, mientras él repetía el mismo gesto, ya con la moza más cerca. Cuando lo hizo por tercera vez, pareció ya más un pase de torero, a lo que ella tuvo que hacer caso y pasar al fondo. Entonces Prince dedicó un gesto al resto del público como queriendo decir “madre mía, es que no ha quedado claro la primera vez!!!?”. Divertido. En todo el concierto estuvo muy divertido.
A destacar, tremendísima versión de Shhh que acabó con su guitarra lanzada a unos cuantos metros del escenario cayendo entre el público. Nueva girada de tuerca con otra adaptación de Little Red Corvette (el pollo la reinventa cada dos por tres y no sabes cual te gusta mas). También estuvo muy bien la versión de Kiss. Desde luego el fichaje de CC Dunham y su esposos Josuah Dunham le ha dado una fuerza en vivo tremenda a la canción.
Personalmente, uno de los mejores momentos de mi vida en un concierto fue cuando nos mandó saltar: Everybody jump up & down!!! Saltamos Jaume y yo, junto con el resto del estadio al unísono. Todos a la misma vez, veíamos a Prince siempre igual por encima de las cabezas al saltar todos a una, a la par que pegábamos unos gritos que todavía tengo resentidas las cuerdas vocales. Y fue contagioso, porque tenia una tía delante mío que antes de empezar el concierto no podía ni aguantarse de pié y cuando me quise dar cuenta saltaba casi tanto como nosotros.
Para nosotros, sabiendo que todo el mundo sabía lo del After, el concierto acabó después de Dreamer, pedazo de tema, que me enamoró en directo. Salimos a toda pastilla mientras todavía sonaba la banda, hacia el aparcamiento del estadio. Gisela se había encontrado con Joan (también del foro) y se vino con nosotros. Jaume había hablado con una chica inglesa en la cola y también se montó en el coche. Fue un gesto de gratitud ya que la chica se enteró de lo del After y nos avisó mucho antes que saliera el pelotari del Flash Gordon a romper los esquemas al proclamarlo a los cuatro vientos. Con ella ya se había quedado que habría una plaza en el choche en caso que la necesitara.
Cannes está a unos 34Km de Niza y llegamos allí bastante rápido, pero entre pitos y flautas eran sobre la 1h de la madrugada. Aparcamos el coche en el paseo marítimo y mientras andábamos hacia el Palais Club vimos de las tiendas más pijas habidas y por haber, donde un vestido podía costar 3500€ (en España todo lo que pasa de 100€ no suele tener la etiqueta en el escaparate, pero eso en Cannes no es asín). Prada, Gucci, una infinidad de tiendas de lo mas chic, así como Lamborginis, Porches y Ferraris aparcados en las aceras.
Llegamos al garito y en los carteles pone: Prince After Party. Y vemos unas cantidades ingentes de megapijos en la entrada. Nos hizo dudar y preguntamos a un par de gorilas en la puerta y coincidían en la versión: Prince tocaba a las 2h. Entramos, subimos una larga escalinata aterciopelada al final de la cual pudimos ver una luna semiplena sobre la bahía de la ciudad y al dejar de ver el paisaje, girando a la derecha llegamos a una tarima donde una chica te recogía un billete de 50€ para cambiártelo por un ticket minúsculo negro que no llegué a ver porque otro pedazo de armario lo recababa un paso mas adelante. Absurdo. Por supuesto no entraba ninguna consumición a menos que fuera barra libre. En Cannes y por 50€, tuvimos suerte que nos dejaron entrar con las pintas que llevábamos.
Tan solo apuntar que un paquete de tabaco vale 20€, así que nos podemos hacer una ligera idea de lo mínimo que se gastó la colega que invitó a todo el mundo a Moët et Chandon, pidiendo 400 botellas para alegrar la fiesta. Sin palabras.
Cuando entramos al local no había demasiada gente. Nos dio tiempo a ocupar la parte derecha del escenario y, como parecía mejor del otro lado, movernos hasta la izquierda sin perder nunca la tercera fila. La música explotaba en nuestros oídos. Estaba muy fuerte, pero sonaba de miedo.
El escenario era minúsculo. Es un poco justo llamarlo escenario. Imagino que caben bastantes boys & girls semidesnudos bailando sexy para animar la vista de los hijos de papá, pero lo que es una banda de música, justo justo.
CC tenia la batería literalmente en el borde del escenario. Para pasar tuvo que pedir que marcaran con cinta aislante blanca el límite del escenario para no esnafrarse intentando llegar a su puesto.
Llegaron las 2h, la hora supuesta del concierto y los técnicos de sonido no hacían más que mover los platos y toms de un lado a otro. Creo que antes de que llegaran los de Prince probaron todas las combinaciones posibles, contando además alturas e inclinaciones de lo más variado. Se pelearon también un buen rato con las pantallas y el volumen de los micros.
No tengo ni idea de como se monta/desmonta un escenario, pero a las 3:30h me fallaban las fuerzas y el dolor de pies me hacia creer que yo tenia que ser capaz de ayudarles. O eso, o me tiraba al suelo a hacer estiramientos.
Cuando llegaron los técnicos de Prince, todo empezó a acelerarse y poco a poco fueron apareciendo los chicos de la banda y fueron probando los instrumentos. El mismo Prince a media actuación tuvo que ocuparse un par de veces de arrodillarse para ajustar el sonido de su guitarra. Eso nos gustó. Tal como dijo Jaume: Ahí no estábamos viendo a un divo, sino a un músico profesional que, en caliente, retocaba lo necesario para continuar con un nivel de exigencia determinado.
Hacia las 3:40h empezó el festival y el setlist fue:
1 Instrumental
2 The Jam
3 Thank You For Talkin' To Me Africa
4 ...Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin)
5 We Want To Be Free
6 Baby Love
7 When Will We Be Paid
8 Girls & Boys
9 Cream
10 Ol' Skool Company (no info about PR intro and/or Zara)
11 Get Up (I Feel Like Being a) Sex Machine
Los pies dolían igual, pero ya no los notábamos tanto. La espera había merecido la pena.
A las 5h acabó. Si lo definiera en una única palabra seria DINAMITA.
Fue casi continuo, sin apenas paradas (o al menos es la sensación que tuve). Estuvo esplendido a la guitarra y lo vi disfrutar. En un escenario tan pequeño, se salía, era demasiado grande. Joan vio el setlist y parecía muy largo. Imagino que con todo el retraso lo redujeron. Cuando Prince sentado al piano para acompañar a las chicas en ‘We Want To Be Free’ y acabaron el tema, mandó tocar Baby Love. Supongo, por eso, que adaptó los temas sobre la marcha. Así como no había espacio para los bises ya que en realidad el escenario era una plataforma que prolongaba la mesa del DJ y cruzaba dos zonas VIP, de tal manera que no había donde esconderse para esperar que el público pidiera más y volver a salir. Así que cuando acabó, se fue para no volver.
Al salir, acompañamos a Joan a su hotel y volvimos al albergue, llegando sobre las 6:30h. Después de 25 horas y media despierto, reconozco que no era capaz de procesar mucha información y, descoordinados, caímos en nuestras camas como moscas embalsamadas en Raid. Jaume tuvo fuerzas para desayunar y negociar con los del albergue que nos dejaran estar hasta las 12h en lugar de las 10:30h. No teníamos más opción al no quedar más camas libres para ese día en el Albergue teníamos que desalojarlo.
“Dormimos”, nos levantamos e iniciamos el viaje de vuelta. Sin prisa pero sin pausa llegamos a Barcelona entre charlas y charlas, comida en Aix y más charlas.
Después de haber redactado mi anterior post, me atrevo a decir que por algún tiempo, la realidad, mi realidad, ha sido lo que pasaba entre dos sueños. Uno en Bruselas y el otro en Cannes.
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